martes, 30 de marzo de 2010

Primer paseo por el monte

El lunes, día 29 me di mi primer paseo por el monte.
Salí de Las Agüeras por el camino que hay entre la casa de Isabel y otra casa. Empecé a subir y llegué hasta una antigua casería. Seguí subiendo hasta los depósitos. Allí vi una pareja de corzos. El camino estaba muy embarrado y me desvié pasando por un bosque. Por allí subí hasta encontrar un camino transversal a mi trayectoria. El vecino de al lado me había dicho que un camino transversal llevaba hasta el pueblo de Bermiego, así que seguí el camino hacia la derecha. Tiene paso bastante malos (muchísimo barro) pero poco a poco fui subiendo y al final me crucé con otro camino ancho. Un poquito más abajo vi la entrada de un prado y divisé un coche que subía: "La carretera de Bermiego", pensé. Y fijándome un poco vi una casa que me señalaba la posición del pueblo. No llegué hasta allí pero ya conozco la forma de llegar. Al bajar tomé el camino que mejor me parecía, pero hubo momentos en que tuve que salirme del camino porque estaba lleno de zarzas (artos, llamamos en Asturias) pero al final conseguí encontrar pasos y llegué hasta el pueblo de Cortina (al lado de Las Agüeras)
Espero publicar fotos enseguida

El golpe en el ojo

Hace un par de semanas o así que había estado podando los tres avellanos que hay en el pradín. Las ramas cortadas quedaron depositadas y por fin me decidí a cortarlas para leña.
Cuando ya tenía cortado casi todo (ramas gruesas, medio gruesas y ramillas finas para iniciar el fuego) y mientras cortaba algunas ramas finas, una de ellas me saltó y me golpeó en el ojo. Al principio me asusté, porque veía una especie de gasa por delante del ojo.
Volvimos pronto a Gijón para que yo fuera al médico. Vine conduciendo (¿quién, si no?) Fui a Urgencias al Sanatorio Begoña, donde me miró un médico (creo que colombiano o venezolano) que me dijo que no tenía nada....Ufffff. Me curó una enfermera y me mandaron a casa.
He tenido MUCHA suerte. El golpe ha sido en el párpado y parece que el ojo no está afectado

El cobertizo

Una de las cosas más interesantes de la casina es "el cobertizo". Originariamente fue una cuadra para cerdos. Tiene unos 8 metros cuadrados y es una de las zonas de la casa que más prometen (al menos para mí)
Desde el primer día me puse a limpiar el cobertizo (saqué toneladas de "mierda" de allí) y poco a poco lo he ido convirtiendo en habitable. Espero hacer de él un taller donde poder hacer trabajillos.
Una de las peores cosas que tenía el cobertizo es que "llovía dentro", es decir, que había goteras.
Me subí al tejado (una placa de hormigón) y encontré una grieta que explica la entrada de agua. De momento puse unas tejas que había por allí (ya contaré la historia de las tejas). Espero que se haya frenado la entrada de agua.

Ramos

Hemos ido el sábado, día 27 de marzo. El tiempo ya ha cambiado y daba gusto andar por allí. Comimos fuera el sábado y el domingo.
El herbicida ha hecho efecto y da gusto ver la parte que da contra el río y la zona del pradín en la que eché herbicida.
Mi mujer limpió las paredes de la casa que tenían humedad y ha ido organizando la casa.

domingo, 14 de marzo de 2010

Visita del 13 de marzo


El sábado, 13 de marzo, estuvimos en la casina. Íbamos con intención de quedarnos, pero el mal tiempo nos hizo desistir.














Llegamos allí a eso de las 12 del mediodía y nos marchamos a las 6 y cuarto. Nos dió tiempo a poco. Mi mujer estuvo ordenando los armarios de la cocina y yo me dediqué a presentar las tablas que había llevado para poner la puerta en el cobertizo.
Dentro del cobertizo, llueve (es decir, hay goteras). Tengo que mirarlo en cuanto haga lo de la puerta. En el techo del cobertizo, que es de hormigón, hay incrustado un tubo de hierro. En toda la línea que marca ese tubo de hierro, hay goteras. También en otra zona, pero menos.
Estuve comprobando la resistencia de la carga de las paredes. Es sólo arena. Casi no tiene cemento. Tengo que tirarla toda (espero que no tenga que tirar todo el cobertizo...)
Dentro del cobertizo (que en su día albergó cerdos) hay un comedero en el suelo. Está hecho de ladrillo y la misma argamasa que tienen las paredes, así que no me resultará difícil quitarlo.
Estuve midiendo la altura del techo de la planta de arriba. Mide 2,76 m. Eso quiere decir que voy a poder poner la escalera desplegable desde el desván (alcanza hasta 2,90 m)
De las abejas no supe nada más. No estaba el vecino que hablaba de capturar la colmena. Como llovía -y mucho- no pude tampoco comprobar la actividad de esas vecinas mías.

viernes, 12 de marzo de 2010

Novedad en el tema de las abejas

Buscando por internet me encontré con una página en la que explicaban un problema parecido. Es posible que haya una solución que consiste en tapar la entrada actual con otra colmena, que las abejas tendrían que atravesar para salir de la suya propia, PERO.... esta colmena estaría provista de lo que se llama técnicamente "escapes" que son unas estructuras que las abejas sólo pueden atravesar en una dirección. Al final, en unos 2 ó 3 meses todas las abejas (reina incluída) habrían atravesado los escapes y estarían ya confinadas en su nueva colmena. Me aseguran que después sólo habría que destapar de nuevo la entrada de la colmena antigua y las abejas irían a buscar su miel y la transportarían a la nueva.
Podría ser una muy buena solución... Mucho más barata que la de andamiar y desmontar todo el alero del tejado...

domingo, 7 de marzo de 2010

Mis vecinas las abejas

Resulta que la casa que nos compramos tenía "inquilinos". No, no es que estuviera alquilada, sino que tenemos unos peculiares "okupas". Se trata de una colmena de abejas (Apis mellifera) que vive en el alero del tejado. No es un enjambre. Es una colmena organizada con sus panales y sus reservas de miel.
Antes de comprar la casa yo ya me había dado cuenta de la actividad de la colmena. Ahora tenemos el problema de deshacernos de ellas.
Tengo varias alternativas. En el Ayuntamiento de Quirós me dieron la dirección de un apicultor que al parecer ya quitó otra colmena en el pueblo de Pedroveya. Me dicen que posiblemente haya que poner un andamio para llegar hasta el alero. Una pasta.
Otra posibilidad es que un apicultor que vive en el pueblo pudiera capturar la colmena. Esta posibilidad me la comentó una vecina hace como un mes. Por ahora no lo ha hecho. Ojalá pueda conseguirlo, pero lo veo complicado
La última posibilidad sería ponerlo en conocimiento de "Bomberos de Asturias. No sé por cuánto me podría salir la broma, pero lo veo como la alternativa más eficaz.
Ayer mismo me decía un conocido que las abejas no causan problemas allí donde tienen su colmena... ojalá no se equivoque.

Visita del 6 de marzo

Llegamos a la casina a eso de las once de la mañana.
Lo primero que hice (después de cerrar la puerta del cobertizo) fue comprobar los efectos del herbicida "Bayer" sobre la vegetación indeseable. Tiene muy buena pinta. Las ortigas y el resto de vegetales a los que se lo eché se ven seriamente perjudicados y cabe esperar que vayan desapareciendo (aunque será necesario utilizar la "fesoria" -azada- para eliminarlos de raíz).
Volví a echar herbicida lo que me resultó más fácil que la otra vez, porque había llevado un pulverizador a presión, que compré el Lidl. La verdad es que metí un poco la pata, porque tenía que haber echado el herbicida justo antes de marcharnos, para no andar pisando por encima y metiéndolo para casa.
Después ataqué a los avellanos del pradín y a los escayos (zarzas) saqué un buen montón de leña procedente de ramas secas y de otras que no lo estaban tanto. También obtuve muchos escayos, parte de los cuales quemé en la chimenea y otros cuantos los tiré sin piedad al río.
Mi mujer limpió los baños y tiró un montón de cosas que había en la habitación pequeña.
Yo estuve echando una ojeada al cobertizo. Parece que los muros de ladrillo aguantan bastante bien, pero hace falta cargar las paredes (además de poner un puerta medianamente decente, porque la que tiene ahora es una ruina)
Antes de marchar, estuve desarmando una de las dos camas que había en el cobertizo, para quemarlas. De la otra sólo me dió tiempo a desarmar la cabecera.
Ah, por fin pudimos comer en la terraza, mirando al Pico Mayor, que queda justo en frente de la casa. 

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